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Tema Clave: Personas sin hogar

La alcaldesa Mendenhall ha movilizado recursos extraordinarios para abordar la crisis de las personas sin hogar.

Los residentes desprotegidos de Salt Lake City son nuestros vecinos y deben ser tratados con compasión. 

Como nación, estamos fracasando a la hora de crear un inventario de viviendas asequibles y accesibles; de limitar la manipulación del mercado de la vivienda; de controlar los costes médicos; de pagar salarios dignos; de apoyar el derecho de los trabajadores a organizarse; de limitar la explotación corporativa y la subida de precios; de prevenir y tratar la adicción; y de proporcionar servicios de salud mental. Y mientras así sea, la falta de vivienda en nuestro estado seguirá manifestándose en las calles de nuestra capital.

Incluso antes de que la crisis se agravara al comienzo de la pandemia, la alcaldesa Mendenhall comenzó a ejecutar una estrategia diseñada no sólo para satisfacer las necesidades inmediatas de nuestros vecinos sin techo, sino en reformar la forma en que la ciudad se compromete a largo plazo en el trabajo con las personas sin hogar.

La alcaldesa Mendenhall ha reconstruido concienzudamente los puentes que se incendiaron en el pasado, forjando un grado de coordinación, inversión y asociación sin precedentes entre la ciudad, el estado, el condado y las organizaciones sin ánimo de lucro. Salt Lake City no tiene los recursos o el personal para abordar la crisis estatal por sí sola, y durante demasiado tiempo ha tenido una parte irrazonable de responsabilidad para abordarla. La alcaldesa Mendenhall ha trabajado duro, y con éxito, para que otros den un paso adelante.